En estos tristes días de marzo provocado por la crisis del coronavirus se nos ha introducido sin darnos cuenta la primavera. A las 4,50 hora española (3.50 UTC) en el hemisferio norte se ha producido el
"equinocio de primavera" es decir, el momento astronómico donde el día y la noche tienen la misma duración.
El mito de la primavera en la mitología griega: cuenta la leyenda el rapto de Perséfone, hija de Zeus y Deméter (diosa de los cultivos), por Hades (dios del inframundo) mientras recogía flores en el campo.
Hades, estaba enamorada de Perséfone y la retuvo junto a él en los infiernos. Su madre vagó por todo el mundo buscando a su hija y su tristeza dio lugar a que los campos perdieran su fertilidad. Zeus ante esta situación y conociendo el lugar donde se hallaba su hija, mandó llamar a Hermes, el dios mensajero, para que intercediera por él y trajera a Perséfone junto a su madre. Como Perséfone había comido una pepita de granada durante su estancia en el inframundo estaba condenada a permanecer allí para siempre, pero al final llegaron a un pacto: seis meses del año los pasaría junto a su madre (que corresponden a la primavera y el verano) y los otros seis junto a Hades (correspondientes al otoño y el invierno).
Una vez madre e hija se reencontraron los campos volvieron a llenarse de color, frutos y alegría.